A menudo los pastores eran nómadas o
seminómades, porque era necesario trasladarse de un lugar a otro con el fin de
encontrar agua y pastos adecuados para los rebaños (Gn. 4:20; 13:2-6, 11, 18).
Otros eran propietarios y vivían en las ciudades (Nm. 32:16, 24). En ese caso,
se sacaba a las ovejas de día para que fueran a pastar, y se las traía "al
redil" por la tarde (cf Jn. 10:1-4). Además de buscar agua y pastos para
sus rebaños (Sal. 23:2), y 904 de proveerles un lugar de refugio, los pastores
tenían que proteger a sus ovejas de los ladrones y de los animales salvajes,
como ser lobos, leones y osos (Gn. 31:39; 1 S. 17:34, 36; Jn. 10:12). También
debían cuidar a esos indefensos animales del peligro de apartarse del rebaño y
perderse (Lc. 15:4). Las ovejas llegaban a conocer de tal modo a su pastor, que
sólo respondían a su llamado (Jn. 10:3-5). Se consideraba que el pastor
asalariado era responsable del bienestar de las ovejas, pero, de acuerdo con
las antiguas leyes de la Mesopotamia, sólo se le pedía que rindiera cuenta de
las que se le perdieran por negligencia (cf Gn. 31:39). Podía no tener el valor
ni la disposición para defenderlas en momentos de peligro, y no respondía por
ello (Jn. 10:12, 13).
El empleo figurado de la palabra
"pastor" es común en la Biblia. Se comparaba a la gente que carecía
de dirigentes adecuados con ovejas sin pastor (Nm. 27:16, 17; 1 R. 22:17; Ez.
34:1-6; Mt. 9:36; 26:31; Mr. 6:34; etc.). Isaías profetizó que Ciro el Grande
sería el "pastor" de Dios, encargado de liberar de su cautiverio a
los judíos (ls. 44:28). Los profetas Isaías, Ezequiel y Zacarías reprendieron
duramente a los dirigentes de Israel, y los compararon con falsos pastores,
insensibles, codiciosos, que conducían a la perdición a los que estaban bajo su
cuidado, y hasta se aprovechaban de ellos y les daban muerte (Is. 56:11; Ez.
34:2-10; Zac. 11:3-8). Los autores bíblicos se refieren al Señor como un Pastor
que conduce y cuida de sus "ovejas" con bondad y fidelidad (Sal. 23;
80:1; Is. 40:11; Ez. 34:11, 12). Jesús se refería a sí mismo como el Buen
Pastor, capaz de dar su vida por sus ovejas (Jn. 10:11-15). En He. 13:20 se lo
llama "el gran pastor de las ovejas". Pedro compara a sus lectores (1
P. 2:25) con ovejas descarriadas que habían vuelto a Cristo, el "Pastor".
También le da a Jesús el nombre de "el Príncipe de los pastores", y como
quien, cuando aparezca, recompensará a los subpastores con una inmarcesible
corona de gloria (cp 5:1-4). En ocasión de su segunda venida, Cristo separará a
los justos de los impíos así como un pastor separa a las ovejas de los cabritos
(Mt. 25:32).
Los cuidadores de ganado mayor aparecen
en la Biblia con los nombres heb. rô{êmiqnêh o 'anshê miqnêh (donde miqnêh es
"ganado"). Se los menciona con menos frecuencia que a los pastores,
porque en el Cercano Oriente ese ganado siempre ha sido menos numeroso que los
rebaños de ovejas y cabritos. Abrahán, Lot e lsaac tenían servicios de pastores
(Gn. 13:7, 8-1 26:20), y José le presentó sus hermanos a Faraón diciéndole que
eran "hombres ganaderos" (46:32). El v 34 dice que los egipcios
consideraban a los ganaderos como una abominación. Este desprecio por ellos era
particularmente virulento con respecto a los pastores de ovejas, que aparecen con
frecuencia en las pinturas egipcias como seres miserables, sucios y barbudos,
desnudos y medio muertos de hambre, y a menudo deformes y rengos (fig 401). La
Biblia también menciona a los pastores de los reyes Saúl y David (1 S. 21:7; 1
Cr. 27:29), y destaca que el profeta Amós era "boyero", es decir,
pastor de ovejas (Am. 7:14). El NT menciona el gr. bóskÇn (del verbo bóskÇn
"alimentar", "pastorear"). En Mt. 8:33 estos bóskÇn
cuidaban de los cerdos que pertenecían a los gadarenos, y recalca el hecho de
que el hijo pródigo tuvo que dedicarse por un tiempo a esa tarea (Lc. 15:15,
16).
Saludos a paumardelplata este artículo me gustó mucho por
eso lo puse aquí ya lo leeré más detenidamente
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