lunes, 3 de agosto de 2015

Cipriano de Valera (No Hizo Biblia Al Parecer)

(Valera (¿?)1 (Badajoz), 1532–Londres, 1602) fue un religioso y humanista español, que perteneció junto con Casiodoro de Reina al monasterio de San Isidoro del Campo, en Santiponce, (Sevilla) y Pamplona.



Conoció a Juan Calvino, de quien fue discípulo y traductor de sus obras (tradujo la primera edición castellana de La institución de la religión cristiana en 1597). Se estableció en Inglaterra en 1558, enseñando artes, teología y castellano en Cambridge, Oxford y Londres.


Empezó la revisión de la famosa Biblia del Oso, de su paisano Casiodoro de Reina, a partir de 1582 con la dedicación de Para la gloria de Dios y el bien de la Iglesia Española. Al cabo de 20 años y antes de su muerte, la pudo concluir en septiembre. Escribió que los conquistadores europeos se preocupaban más en América por sus intereses personales, que por la fe, y que para enriquecerse robaban y mataban a los nativos, “personas por las que Jesucristo murió”. Fue perseguido por la Inquisición, aunque al final salió ileso. También fue editor. La Biblia del Oso (de Casiodoro de Reina) revisada por él en 1602 (llamada la Biblia del Cántaro) es una de las ediciones que tiene más aceptación en las iglesias protestantes y restauracionistas.



Otra Historia

Nacido en Valera la Vieja (Herróbriga), entonces perteneciente al Reino de Sevilla, en 1531 o1532, y fallecido después de 1602 al parecer en Londres. Sobre todo, es conocido como el revisor y editor de la primera traducción castellana de la Biblia desde los originales.



Fue condiscípulo de Arias Montano, mientras estudiaba en Sevilla. Al terminar seis años de estudios de Filosofía, y con el grado de Bachiller, ingresó en el Monasterio Jerónimo de San Isidoro del campo, próximo a Sevilla, desde el que huyó, con otros, en 1557, a Ginebra para librarse del Tribunal de la Inquisición, que llegó a quemarlo en efigie ("por luterano") en 1562 y le colocó en el "Índice de Libros Prohibidos", como autor de primera clase.



De Ginebra pasó a Londres, al subir al trono Isabel I, y allí residió el resto de sus días, menos el tiempo que le llevó en Amsterdam la impresión de la segunda edición, notablemente revisada por él, de la traducción castellana de la Biblia, que había publicado su compatriota y compañero de monasterio Casiodoro de Reina, en Basilea (1569). En Inglaterra fundó una familia, enseñó en las universidades de Cambridge y Oxford y publicó varios libros.



De sus obras originales, la primera que vió la luz fue Dos Tratados. El primero el del Papa y su de autoridad, colegido de su vida y doctrina, y de lo que los doctores y concilios antiguos y la misma Sagrada Escritura enseñan. El segundo trata de la misa, recopilado de los doctores, concilios y de la Sagrada Escritura (1588 y, la segunda edición, 1599). Le siguió Tratado para confirmar a los pobres cautivos de Berveria...(1594), que incluye en un apéndice: "Enxambre de los falso milagros y ilusiones del demonio con que María de la Visitación... engañó a muy muchos". De sus traducciones, la más destacada es la que hizo de la Institución de la Religión Christiana, de Juan Calvino (1597).



Primer traductor de la Biblia



Nacido en Montemolín (entonces Reino de Sevilla, actualmente Extremadura) en 1520 aprox. y fallecido en Frankfort en 1594. Con otros, abandonó el monasterio jerónimo de San Isidoro del Campo, próximo a Sevilla, en 1557, al descubrirse la comunidad protestante sevillana, fijando su residencia en Ginebra. Su deseo de ponerse a salvo del Santo Oficio, diferencias con sus nuevos correligionarios, las intrigas de Felipe II (que puso espías cerca de él y precio a su cabeza), necesidades económicas, la política española en Flandes y la impresión de su traducción de la Biblia - la primera completa al castellano de los originales - le obligaron a cambios constantes de domicilio. Así lo vemos en Frankfort, Londres, Amberes, Bergerac, Castillo de Montargis, Basilea y Estrasburgo.



Como traductor, se le debe la conocida como Biblia del Oso (Basilea, 1569) y la traducción al francés de Historia Confessionis Augustanae (Amberes, 1582). Fue el autor de la Declaración o Confesión de Fe hechas por ciertos fieles españoles, que huyendo de los abusos de la Iglesia Romana y la crueldad de la Inquisición de España, hicieron a la iglesia de los fieles para ser ella recibidos (Frankfort, 1577); de comentarios a porciones de los Evangelios de San Juan y San Mateo (aparecidas en latin en 1573, Frankfort) y de un Catecismo (1580), publicado en latín, francés y holandés. También redacto unos Estatutos para una sociedad de ayuda a los pobres y perseguidos, en Frankfort, que ha llegado hasta nosotros.

Lo que no hizo la iglesia católica con la inquisición lo están logrando los judios mesianicos con un gran números de evvángelicos temperantes de la mano de los jesuitas, masones, duños de canales pornográficos y lesbianas, todos ellos creyendose eruditos andan haciendo con la palabra de Dios lo que les viene en gana.

El que comenzó toda esta ola fue este desgraciado hijo del Diablo:



Así profetiza esrte malandro.



Agarren palco cristianos temperantes la iglesia que ustedes quieren





Ustedes dicen sí a esta vagabundería pero no a:


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